Ya está en tu farmacia la gama completa, segura y eficaz de protección solar para ti y tu familia. Con una fórmula innovadora, obtenemos un protector solar con texturas agradables, prácticas y de rápida absorción, que cuida al máximo tu piel.
Cuántos tipos de protección solar hay, cuál es la mejor para tu piel, verdades y mentiras entorno a ella… Existen muchas dudas e inseguridades a la hora de escoger un protector solar, así que vamos a intentar resolverlas todas, para que uses el que necesites con total confianza.
El protector solar se presenta en loción, gel, aerosol u otros formatos y su función es prevenir que los rayos ultravioletas (UV) lleguen a la piel causando daños.
Existen dos tipos de radiación ultravioleta, los rayos UVA y los rayos UVB. La luz UVB es el principal motivo de quemaduras por el sol, mientras que los rayos UVA penetran en la piel más profundamente, asociándose con las arrugas, la pérdida de la elasticidad y otros efectos del fotoenvejecimiento.
El FPS es el tiempo máximo que tu piel puede estar expuesta al sol antes de enrojecerse o quemarse. La fórmula para calcular el tiempo de exposición es multiplicar el tiempo que tu piel podría estar al sol de forma natural por el FPS de la crema solar. Veamos un ejemplo. Si tu piel puede estar 5 minutos al sol sin protección y sin quemarse, un FPS 30 conseguiría 150 minutos de exposición solar segura. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que el sudor y el agua reducen la eficacia y el tiempo.
Ofrecemos diferentes tipos de protección solar, dependiendo del momento de uso, del objetivo y de la textura preferida o necesitada por cada uno.
La protección solar completa y ligera que nunca puede faltar en verano.
Para los que prefieren una protección solar invisible en un cómodo formato en spray.
Qué importante es hidratar, calmar y refrescar tu piel tras un buen baño de sol, conservando el bronceado.
Protege y broncea tu piel al mismo tiempo.
El protector solar ideal para los que practican deporte al aire libre. Se absorbe rápidamente y es resistente al agua y al sudor.
El cabello sufre cuando se expone al sol: se reseca, se vuelve quebradizo y el color se aclara. Te recomendamos usar sombrero, gorra o pañuelo, o bien aplicar un protector solar para el pelo antes de la exposición al sol. De esta manera protegerás tanto el cabello como el cuero cabelludo.
Debemos aplicarlo generosamente y de una manera uniforme 20-30 minutos antes de la exposición al sol. Hay que tener en cuenta que la aplicación de menos cantidad conduce a una reducción significativa de la protección. Es conveniente renovar con frecuencia la aplicación, sobre todo después de bañarse o secarse.
Es necesario usar una crema solar facial antes del maquillaje si éste no lleva protección. Tanto las BB cream como las bases de maquillaje tienen protección solar limitada, normalmente desde 15 a 30. Además, el principal problema es que tanto estas cremas como el maquillaje están pensados para aplicarse una vez al día.
Los bebés menores de 6 meses no deben exponerse al sol, ya que su piel es extremadamente sensible. Siempre deben llevar la piel cubierta e ir protegidos con gorro o similar. Entre los 6 meses y los 2-3 años, debemos elegir para ellos filtros físicos/minerales.
No todos los protectores solares son resistentes al agua, debe aparecer la palabra water resistant, waterproof o resistente al agua. Todas nuestras cremas solares, a excepción del Aceite Seco Bronceador, son resistentes al agua, por lo que pueden utilizarse para ir a la playa o practicar deportes acuáticos.
Se recomienda evitar la franja horaria entre las 12h y las 16h, cuando el sol cae de forma más perpendicular e intensa. Las mejores horas para tomar el sol de forma saludable serían antes de las 10 de la mañana y a partir de las 16-17h.
Es conveniente cerrar bien el protector solar manteniendo el tapón limpio y libre de arena o agua. Se recomienda conservar la crema solar a una temperatura entre 15 y 25 grados evitando ambientes muy cálidos y húmedos.