Consejos para llevar un autocontrol correcto de tu diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica en la cual el páncreas no segrega suficiente insulina, una hormona que regula la concentración de glucosa (azúcar) en la sangre. Una diabetes no controlada puede llevar a hiperglucemias, es decir, un nivel demasiado elevado de azúcar en sangre, o a hipoglucemias, un nivel demasiado bajo. Ambas circunstancias son perjudiciales para la salud. Por eso, es importante llevar controlar la diabetes a diario leyendo los valores glucémicos, así como seguir una serie de hábitos que contribuirán a mantener unos niveles de glucosa más estables.
Automonitoreo de la glucosa
Monitorizar de forma autónoma los niveles de glucosa en la sangre y, así, cuidar la salud y asegurarse de que todo esté bajo control es un punto muy importante para cualquier paciente de diabetes.
El automonitoreo de glucosa ayuda a saber (mediante el uso de un medidor de glucosa) cómo están los niveles en sangre para así poder tomar decisiones informadas y conscientes sobre los cambios necesarios para mantenerla en control. Hay que tener en cuenta que el nivel de glucosa está cambiando continuamente. Estar al tanto de los niveles de glucosa permitirá tomar decisiones relativas a:
- Cambios en las dosis de insulina.
- Cambios en la alimentación.
- Cambios en la rutina de ejercicio.
Lo más recomendable para todos los pacientes con diabetes de cualquier tipo es realizar mediciones diarias. Los niveles de azúcar en sangre no siempre son previsibles y pueden sufrir alteraciones. Sobre todo, las personas con diabetes tipo 1 deben de hacer mediciones hasta tres veces al día.
Cómo realizar un análisis de glucosa
Para controlar la diabetes, el primer paso será hacerse análisis de glucosa de forma periódica en casa. Estos son los pasos que generalmente deben seguirse. Pero, los procedimientos pueden variar de un dispositivo a otro, por lo que se deben leer primero las instrucciones.
Lavarse (y secarse) bien las manos
En primer lugar, antes de realizar un análisis de glucosa, es necesario limpiarse y secarse bien las manos. Los restos de alimentos y otras sustancias pueden dar lugar a lecturas inexactas.
Insertar la tira en el medidor
Para empezar, hay que insertar la tira reactiva en la ranura del medidor hasta que llegue al tope. Una vez la tira esté completamente insertada, el glucómetro hará las autocomprobaciones
Punzar y apretar
Después, hay que pincharse en un lado de la punta del dedo con la aguja (lanceta) que viene con el kit de la prueba. Luego, mantener el dedo en contacto con la punta de la tira reactiva para obtener una muestra de sangre suficiente y esperar hasta que la ventana de confirmación esté completamente cubierta.
Expulsar la tira reactiva
En unos pocos segundos, el glucómetro mostrará el nivel de glucosa sanguínea en la pantalla. En algunos glucómetros la última lectura se guarda automáticamente. De todas formas, lo más recomendable es tener una agenda de autocontrol de diabetes e ir apuntando todos los valores.
Alimentación saludable
La alimentación es un pilar fundamental para llevar un correcto control de la diabetes. A continuación, os dejamos una serie de consejos para adoptar hábitos y costumbres saludables.
Controlar la ingesta de carbohidratos
Los hidratos de carbono se transforman en nuestro organismo en forma de glucosa (azúcar). Cuando aumenta el azúcar en el torrente sanguíneo, el páncreas libera una hormona llamada insulina para que la glucosa entre en las células. Pero las personas con diabetes tienen problemas para producir insulina correctamente. Por eso, la glucosa no puede entrar en las células y la concentración de azúcar en sangre sube demasiado.
Así que los pacientes diabéticos deben prestar especial atención a qué y cuántos carbohidratos consumen, ya que son la principal fuente de glucosa. Los hidratos de carbono más saludables son los cereales integrales, las verduras y la fruta, ya que además de carbohidratos también son una gran fuente de fibra y otros nutrientes.
Incrementar la ingesta de fibra
Nuestro organismo no puede descomponer la fibra, por lo que no se produce un aumento súbito del nivel de azúcar sangre, como sí sucede con los carbohidratos. Por eso es importante incluir este nutriente en la dieta de un paciente diabético, ya que ayuda a mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de los valores deseados.
Algunos alimentos con un elevado aporte de fibra son los productos integrales, las verduras sin almidón (principalmente las verduras de hoja verde, como la espinaca o brócoli), las legumbres o las frutas con piel.
Beber agua y mantenerse hidratado
Las personas con diabetes tienen más riesgo de deshidratación, ya que, a mayor nivel de glucosa en sangre, mayor disminución de hidratación del cuerpo. Esto sucede porque cuando el nivel de glucosa es más elevado, los riñones tratan de eliminar este exceso de glucosa expulsándola en forma de orina, perdiendo así mucha agua. Por eso es importante mantenerse bien hidratado bebiendo agua. No sería recomendable compensar esta deshidratación mediante otros líquidos como zumos o refrescos, ya que estos contienen un alto nivel de azúcar y podrían empeorar el problema.
Controlar las porciones
Otra de las claves en la alimentación para controlar la diabetes es controlar las porciones. No solo hay que tener en cuenta qué se come, sino también cuánto se come. Por ejemplo, para un plato de comida se recomienda llenar la mitad de este con verduras. Si son sin almidón, como la ensalada, el brócoli o las espinacas, mucho mejor. Un cuarto de ese plato debería estar compuesto por proteína magra, como el pollo, los huevos o las legumbres. Y, el otro cuarto, con carbohidratos saludables, como el arroz o la pasta integral. No obstante, dependiendo de la actividad física que se realice y el tipo de diabetes, la cantidad de carbohidratos puede variar, por eso recomendamos primero consultar con tu especialista para establecer estas porciones.
Elegir alimentos con índice glucémico bajo
El índice glucémico es una medida que nos permite saber lo rápido que un alimento puede subir nuestro nivel de glucosa en sangre.
Los alimentos con un valor de índice glucémico bajo son la opción ideal, ya que absorben lentamente y el aumento de los niveles de azúcar en sangre no se producen de forma repentina. Por otro lado, los alimentos con un alto valor de índice glucémico deben limitarse en el caso de los diabéticos, ya que se absorben rápidamente, lo que resulta en un rápido aumento y caída de los niveles de azúcar en la sangre.
Algunos alimentos con bajo nivel glucémico son las verduras verdes sin almidón, la manzana o naranja y muchas otras frutas, la mayoría de legumbres y los cereales integrales. Mientras, dentro de los alimentos con alto nivel glucémico, encontramos las harinas refinadas (pan blanco, pasta…), la miel, azúcar, patatas, arroz blanco, refrescos y alimentos ultraprocesados, como la bollería industrial, snacks dulces y salados, platos precocinados…
Es importante tener en cuenta que a los alimentos solo se les asigna un valor de índice glucémico si contienen carbohidratos. Por lo tanto, los alimentos sin carbohidratos no se encuentran en las listas de índice glucémico.
Escoger alimentos ricos en cromo y magnesio
Diversos estudios han demostrado que tanto el cromo como el magnesio ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre. Por eso, es recomendable incluir este tipo de alimentos en la dieta de un paciente diabético. Algunos alimentos ricos en cromo son la carne, los productos integrales, la fruta y verdura y las nuevas. Mientras, en alimentos ricos en magnesio encontramos: las verduras de hoja verde, la calabaza, el chocolate negro, los aguacates, los cereales integrales, el plátano…
Hacer ejercicio regularmente
La actividad física regular no solamente ayuda a bajar de peso, sino que incrementa también la sensibilidad a la insulina y por estas razones es tan importante en el proceso de autocontrol de la diabetes. En este punto, es recomendable saber cómo ajustar la dosis de insulina cuando se realice ejercicio y para eso será necesario consultarlo con un especialista médico. Es útil también apuntar el nivel de azúcar antes de realizar ejercicio y después, para llevar un control más exacto.
Reducir el estrés y dormir bien
Las personas que están estresadas pueden tener niveles más altos de ciertas hormonas, como el cortisol, que pueden afectar el funcionamiento de la insulina. Además, los altos niveles de estrés también pueden conducir a hábitos de vida poco saludables, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes. De la misma forma, dormir menos horas de las recomendadas (alrededor de 8) también puede contribuir a una mayor resistencia a la insulina.